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Parados de Larga Duración: un colectivo que sigue sin tocar techo

«Nadie existe si no es noticia» (Jorge Drexler)

España ha empezado a crear empleo neto y el paro ha empezado a menguar. Objetivamente, en términos generales, esa afirmación es del todo correcta. Según los últimos datos publicados por la Encuesta de Población Activa, España terminó el año 2014 con más ocupados y menos parados que 2013.

Pero la crisis de 2008 sigue, detrás de los (recuperados) datos generales, ampliando negativamente, de manera inmisericorde, ámbitos  del mercado de trabajo que difícilmente serán resueltos a corto plazo: uno de esos ámbitos es el que engloba a  las personas que están sin empleo y llevan tratando de encontrarlo 2 años o más, colectivo más conocido como  parados de larga duración.

Les invito, antes de nada, a que observen la gráfica siguiente; échenle un leve vistazo y ahora comentamos:

gráfico nº1: evolución de los parados por tiempo de búsqueda de empleo 2002-2014

Parados por tiempo de busqueda de empleo2

dramático crecimiento de los parados de larga duración

El gráfico nº1, como han podido ver, refleja la evolución seguida por los parados en España desde 2002 a 2014 diferenciándolos según el tiempo que llevan buscando empleo. Se han distinguido 7 categorías: desde los que han encontrado ya empleo (aunque sigan en paro porque todavía no se han incorporado al mismo) hasta los que llevan 2 ó más años buscando empleo (colectivo objeto de este post).

La línea morada del gráfico es, no sólo porque sea la única no punteada, la que más les ha destacado del mismo con toda seguridad. Refleja la evolución de los parados de larga duración entre 2002 y 2014.

En 2007, el número de parados de larga duración apenas sobrepasaban los 200.000 personas (que equivalían a entre el  11% y el 12% del total de parados en ese momento-pueden ver la evolución del peso de los parados según el tiempo que llevan buscando empleo respecto al total de parados en el gráfico nº2).

En 2009, los parados de larga duración ya eran más de medio millón (aún así, el peso que suponían sobre el total de parados seguía estando en el entorno del 11%-hay que recordar que en 2009 se produce una masiva caída de la ocupación motivada por una drástica destrucción de empleo; esta merma de los ocupados, unido a lo que vendría después,  es la que va a generar la gran bolsa de parados de larga duración en los años siguientes a 2009).

En 2011, los parados de larga duración sobrepasan el millón de personas (ahora, el colectivo representa, ya, el 27% de todos los parados: en sólo dos años, entre 2009 y 2011, el salto es más que notable).

En 2013, los parados de larga duración se duplican respecto a 2011, esto es, se elevan por encima de los 2 millones; de modo que casi el 40% de los parados españoles a finales de 2013 llevaban buscando empleo sin conseguirlo 2 ó más años.

Y llegamos a 2014, año en que, recuerden lo que decíamos al inicio del post, se creó empleo neto y se redujo el número de parados respecto al año anterior. ¿Qué pasó con los parados de larga duración?. En 2014, los parados de larga duración alcanzaron su registro máximo hasta la fecha: en el 1º trimestre el número de parados de larga duración se elevó hasta los 2,4 millones de personas.

Al terminar 2014, los parados de larga duración (2,38 millones) suponían el 43,74% del total de parados españoles.

gráfico nº2: peso de los parados según el tiempo que llevan buscando empleo sobre el total de parados 2002-2014

peso por tiempo busqueda empleo sobre total parados

El gráfico nº2 es muy descriptivo: representa el peso que supone cada grupo de parados (en función del tiempo que llevan buscando empleo) respecto a la totalidad de parados. Pueden ver como en época de bonanza económica, con altos niveles de ocupación, como fue el periodo 2004-2008, el mayor peso entre los parados lo capitalizaban aquellos que llevaban de 1 mes a menos de 3 meses buscando trabajo (línea naranja), mientras que los parados de larga duración llegaron a suponer, en 2008, menos del 10% del total de parados, es decir, se salía con mayor rapidez de la situación de desempleo.

La crisis, en cambio, ha ido ensanchando el colectivo de parados estructural (los de larga duración) que será difícil de reducir a corto plazo.

¿ha tocado techo el paro estructural?

No queda claro que los parados de larga duración hayan tocado techo. Es cierto que, a la vista del gráfico nº3, la intensidad del incremento anual se ha ido moderando pero sigue sin contraerse.

Si eliminamos del conjunto de parados el colectivo que conforman los de larga duración podemos comprobar cómo aquellos empezaron a reducir su número de forma ininterrumpida, en términos anuales, desde el 2ºtrimestre de 2013 (-2,09%); mientras, en ese trimestre, los parados estructurales crecieron un 23,32%.

En el último trimestre de 2014, los parados que llevan 2 ó más años buscando empleo se incrementaron un 3,26% en tasa anual; en sentido opuesto, el resto de parados se contrajeron un 15,27% en relación a los registros del mismo periodo del año anterior.

gráfico nº3: variación anual de parados de larga duración y resto de parados 2003-2014

variación anual parados total y parados larga duración

el perfil del parado de larga duración

Antes de describir a groso modo el perfil actual de los parados de larga duración me parece interesante detenerme en la evolución seguida por los mismos entre 2002 y 2014 pero diferenciándolos por grupos de edad. En el gráfico nº 4 podemos observar esta trayectoria.

gráfico nº4: parados que llevan 2 ó más años buscando empleo por grupos de edad 2002-2014

parados buscando empleo más dos año por grupos de edad

Es, como pueden ver en el gráfico nº4, el de 45 a 54 años el grupo de edad que aglutina más parados de larga duración (concentra algo más de 644.000 parados estructurales, esto es, el 27% de todos los parados de larga duración).

Le sigue, por dimensión, el grupo de 35 a 44 años (617.000 parados, el 26% del total). Por tanto, más de la mitad de los parados de larga duración tienen una edad comprendida entre los 35 y los 54 años.

Resulta llamativo, además, que estos dos grupos (junto a los de 55 a 64 años) son los que siguen, a la vista del gráfico, con tendencia al alza; mientras que se observa una disminución en los grupos de 25-34 años, y 16-24 años.

En línea con lo que acabamos de comentar, y para terminar, vamos a describir de manera general el perfil del parado de larga duración actual en nuestro país (ver gráfico nº5)

gráfico nº5: distribución de los parados de larga duración por edad, sexo y experiencia laboral

perfil parados larga duración

Que 2,38 millones de personas (el 43,74% de todos los parados en España) lleven 2 ó más años en el paro, y que, de momento, ese número no parezca haber tocado techo debería ser más que suficiente para que se tomasen medidas inmediatas para dar un giro de 180º a esta situación. La gravedad es tal que debería ser tema prioritario en la agenda social de los gobiernos (Central y de Comunidades Autónomas).

La formación, intermediación y seguimiento de los Servicios Públicos de Empleo Estatal para este colectivo no parece, a la vista de los datos, haya sido eficaz pero esto lo abordaremos en otro post.

Subempleados en el Mercado Laboral durante la crisis

Más allá de las referencias habituales al mercado de trabajo que suelen aparecer en los medios de comunicación cada vez que se publican estadísticas como la EPA (Encuesta de Población Activa) o se actualizan datos como el paro registrado o la afiliación a la Seguridad Social, existen otros registros menos populares, desde el punto de vista de su trascendencia mediática, pero muy interesantes para adentrarse en el ámbito cualitativo del mercado laboral.

Uno de ellos sería el caso del colectivo que engloba a los denominados «SUBEMPLEADOS».

En la EPA se consideran subempleados («subempleados por insuficiencia de horas», según definición acordada en la XVIª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo, Ginebra, 1998)  a los ocupados que desean trabajar más horas, que están disponibles para hacerlo y cuyas horas efectivas de trabajo en la semana de referencia son inferiores a las horas semanales que habitualmente trabajan los ocupados a tiempo completo en la rama de actividad en la que el subempleado tiene su empleo principal.

El última dato publicado por la EPA referido al 3ºtrimestre de 2014 estima que en España hay 2.251.200 personas ocupadas en subempleos. Esto supone que 13 de cada 100 ocupados en nuestro país están subempleados.

Hay que señalar que desde el comienzo de la crisis, en un contexto de intensa destrucción de empleo (recordemos que el número total de ocupados en 6 años se ha reducido en más de 3,15 millones, lo que equivale a haber perdido el 15% de la población ocupada), el número de personas subempleadas, en contraposición con la trayectoria seguida por el total de ocupados, ha aumentado de manera considerable: pasando de 1,6 millones en el 2ºtrimestre de 2008 a 2,25 millones en el 3ºtrimestre de 2014.

Es decir, a lo largo de los 6 años de crisis, el número de personas subempleadas ha aumentado en más de 633.000 (un 39% en términos relativos).

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De hecho, antes de la crisis, los subempleados representaban menos del 8% del total de ocupados, y ahora, como señalabamos al inicio, el peso se sitúa en el 13% (ha llegado a alcanzar en este periodo el 15%).

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El perfil representativo del subempleado en España:

  • el 60% tiene una edad comprendida entre los 25 y los 44 años.
  • el 51% tiene un contrato temporal
  • el 82% ejerce su actividad laboral en el sector Servicios.
  • en torno a 1 de cada 3 subempleados tiene Educación Superior como nivel de formación alcanzado.